Recomendación comunitaria: Prevenir la violencia desde el núcleo familiar
Ante los recientes y dolorosos hechos ocurridos en Jitonhueca , que han arrebatado la vida de un joven estudiante del CBTA 97
, como comunidad debemos asumir una responsabilidad colectiva. Más allá de exigir justicia
–lo cual es urgente y necesario–, es igualmente importante reflexionar sobre cómo prevenir desde el seno familiar que hechos como este sigan repitiéndose.
Desde el hogar, podemos y debemos formar a nuestros hijos e hijas en valores fundamentales: el respeto por la vida , la empatía
, el autocontrol
y la resolución pacífica de conflictos
. La violencia no se gesta de un día para otro; muchas veces se cultiva en el silencio, en la falta de diálogo, en la exposición constante a ejemplos negativos sin una guía crítica.
Como madres, padres y tutores, tenemos la responsabilidad de:
Conocer a fondo con quién conviven nuestros hijos, qué amistades frecuentan y qué tipo de influencias reciben.
Establecer límites claros y normas de convivencia que les enseñen a respetarse a sí mismos y a los demás.
Fomentar el diálogo diario, no solo para hablar de lo escolar o lo superficial, sino para conocer sus preocupaciones, miedos y pensamientos más profundos.
Supervisar el uso de redes sociales y dispositivos móviles, donde muchas veces se gestan conflictos o se normaliza la violencia.
Involucrarnos en su vida emocional y social, brindándoles espacios seguros para expresarse y orientarlos sin juzgar.
También debemos estar atentos a señales de alerta:
Cambios bruscos de conducta
Aislamiento
Agresividad
Actitudes sospechosas
Estos indicios deben atenderse con seriedad y, si es necesario, con apoyo profesional.
Además, como comunidad, es tiempo de reconstruir el tejido social :
Impulsar actividades culturales, deportivas y educativas
Generar espacios seguros de convivencia
Fortalecer la relación entre familias, escuelas y autoridades
El dolor por la pérdida de Israel no debe ser en vano. Que su partida nos convoque a la reflexión, pero sobre todo, a la acción desde nuestros hogares.
Prevenir la violencia no es solo tarea del gobierno, ni de la policía
. Empieza en casa, con cada conversación, con cada ejemplo.