Por Angélica Alvarado
09 de mayo de 2025
DALTON, GEORGIA — Una infracción de tránsito ha cambiado drásticamente la vida de Ximena Arias-Cristobal, una joven mexicana de 19 años y estudiante universitaria en Georgia, quien ahora enfrenta la deportación tras ser detenida por no respetar una señal de tránsito en Dalton, una ciudad ubicada a unos 50 kilómetros de la frontera con Tennessee.
El incidente ocurrió el pasado 5 de mayo, cuando Arias-Cristobal fue detenida por la policía local al no respetar una señal de “no girar en rojo”. Durante la parada, la joven admitió no tener una licencia de conducir válida, alegando que su madre se la había quitado y que no debía estar conduciendo.
Arias-Cristobal llegó a Estados Unidos desde la Ciudad de México en 2010, cuando tenía apenas cuatro años de edad. Desde entonces, su familia ha vivido en el área de Dalton sin tener una situación migratoria regular. A pesar de residir en Georgia desde hace más de una década, la joven pagaba matrícula fuera del estado en Dalton State Community College debido a su estatus migratorio.
Tras su detención, Ximena fue acusada de conducir sin una licencia válida y de no obedecer señales de tránsito. Fue trasladada a la cárcel del condado de Whitfield, que colabora con el programa 287(G) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), destinado a identificar a personas en situación migratoria irregular tras ser arrestadas por otras infracciones. El sistema federal confirmó que Arias-Cristobal no es ciudadana estadounidense, por lo que fue enviada al Centro de Detención de ICE en Stewart, Georgia.
En el mismo centro también se encuentra su padre, José Francisco Arias-Tovar, quien fue detenido en abril por manejar 19 millas por encima del límite de velocidad. Según relató su hermana menor a WTVC, el padre de familia tiene su propia empresa, y se intentó obtener un permiso de trabajo o una visa para él. Sin embargo, un abogado explicó que “no habían alcanzado el estatus necesario para obtener esos documentos”.
La joven no califica para el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), ya que ingresó al país un año después del límite establecido para la protección migratoria, de acuerdo con Hannah Jones, una mujer para la que Ximena trabajó como niñera en el pasado. Jones ha creado una campaña en GoFundMe para recaudar fondos y pagar la defensa legal de la joven.
El abogado de inmigración Terry Olsen, con sede en Chattanooga, Tennessee, advirtió que la madre de Ximena será arrestada y deportada en el plazo de un mes, y que probablemente las hijas serán deportadas con ella para mantener a la familia unida. Olsen también criticó el proceso seguido por ICE y denunció que muchas veces se actúa sin revisar por completo los archivos migratorios de las personas.
“Esto es un tema de derechos civiles”, afirmó en entrevista con WTVC.
La situación de Ximena ha generado preocupación en la comunidad local y ha reavivado el debate sobre las políticas migratorias en Estados Unidos, especialmente en relación con los jóvenes que han vivido la mayor parte de sus vidas en el país y enfrentan la posibilidad de ser deportados a lugares que apenas conocen.